LA TRADICIÓN MÁGICA LUNAR
Alrededor del movimiento solar, la diosa luna tiene su danza que le da particularidad a cada uno de los ciclos solares, en su engranaje a menor escala y mayor movimiento. Mientras el sol tiene un ciclo aproximado de 365 días, el de la luna es de 28 días.
Las fases son la particularidad mágica del movimiento lunar, pues muestran la continuidad del cambio, distribuido en cuatro etapas:
LA LUNA NUEVA
El inicio del ciclo lunar es en la luna nueva.
Es la más representativa del aspecto puro de la divinidad
femenina, pues tras su oscuridad entraña el misterio de la muerte y la renovación como el preámbulo para una nueva vida. Por ello, dentro de los ciclos femeninos significa la pubertad, la menstruación y la relación sexual, por el encuentro del sol y luna que ocurre en el cielo, durante esta fase.
LA LUNA CRECIENTE
Cuando la luna alcanza a estar iluminada a la mitad, llega a su fase creciente. Por su contenido de luz y oscuridad, representa la primera fase de encuentro con la vida, la concepción, la semilla con su germen dentro de la tierra, el óvulo fertilizado. Esta luna personifica y significa multiplicación, expansión, generación y anticipación. Dentro de los ciclos femeninos representa a la mujer embarazada y el tiempo de gestación.
LA LUNA LLENA
Al asomar en el cielo al atardecer, la señora luna aparece en su totalidad con su ojo de luz totalmente abierto. Es el momento de resultados, de aquello que ha tenido su incubación y cuidados previos. En la sexualidad femenina significa el parto y nacimiento, enuncia la plenitud de la sexualidad femenina en su lado lumínico, para traer a la vida, lo opuesto de la luna nueva, que contiene el portal de la muerte. Por ello, el misterio de la puerta y el paso definitivo a la nueva vida, se concentra y expresa plenamente, en la luna llena.
LA LUNA MENGUANTE
Cuando la luna ha reducido su luminosidad a la mitad, se encuentra en la fase menguante, como paso final del ciclo lunar. De esta forma, es la luna que ya ha recorrido un ciclo de experiencia y trae la sabiduría y conclusiones propias de la vivencia anterior. En la sexualidad femenina representa el tiempo posterior al parto y también la etapa de menopausia que llega como cierre de la reproducción femenina.
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